El nuevo consumidor está transformando el sector del gran consumo, impulsado por la digitalización y la búsqueda de experiencias personalizadas. Para captar la atención de este perfil, las marcas deben adaptarse a sus necesidades y expectativas cambiantes. Ofrecer experiencias personalizadas se ha vuelto crucial; un ejemplo es Nestlé, que permite a los clientes personalizar sus cápsulas de café en la plataforma de Nespresso, creando una conexión más profunda entre el consumidor y el producto.

La sostenibilidad es otro factor clave que influye en las decisiones de compra del nuevo consumidor. Mercadona ha implementado medidas significativas, como la reducción de plásticos de un solo uso y la adopción de prácticas de economía circular. Este compromiso con la sostenibilidad no solo atrae a consumidores preocupados por el medio ambiente, sino que también fortalece la reputación de la marca y genera lealtad.

El uso de tecnología y datos es esencial para anticipar las tendencias del nuevo consumidor. La cadena de supermercados DIA utiliza análisis de datos para personalizar promociones a través de su programa de fidelización. Al entender mejor el comportamiento de compra de sus clientes, DIA puede ofrecer productos adecuados a las preferencias de su público en el momento justo, mejorando así la experiencia de compra.

Finalmente, la transparencia se ha vuelto fundamental en la relación con el nuevo consumidor. Heineken ha adoptado un enfoque proactivo al proporcionar información detallada sobre la procedencia de sus ingredientes y su proceso de producción mediante su campaña “Brewing a Better World”. Esta transparencia genera confianza y conexión emocional, lo que permite a las marcas diferenciarse en un mercado cada vez más saturado y competitivo.